domingo, 9 de septiembre de 2018

Feliz

Han sido ya casi 10 años desde la última vez que escribí en este blog... 10 años, nada mas y nada menos. Leo las entradas anteriores y me sabe a visitar el pasado, a re-vivir cosas de aquel entonces. A veces amargas y otras, la mayoría, dulces. 

Como han cambiado las cosas desde ese 25 de Noviembre del 2008. Lo único que no lo ha hecho es mi estado, siempre me he considerado una persona alegre y feliz. Nunca necesité de muchas cosas o personas alrededor para serlo, quizá ese haya sido siempre el secreto. El no tener expectativas, dejar que la vida te sorprenda. 

Aquel muchacho que una vez se atrevió a abrir su corazón desde este blog, es ahora algo mas mayor. He vivido tantas cosas que sería difícil describirlas todas con detalle. Creo que he saboreado mas que vivido las subidas y bajadas en este lapso de tiempo. 

Estoy de vuelta en España (con trabajo! Olé!), con pareja y con planes de boda, con perro, con un bebé en camino, hipoteca... Con el paquete completo, como diría alguno. 

Son muchas cosas de las que preocuparse, y quizá de las que estar algo asustado, pero yo soy y estoy feliz de vivir esta realidad. Es simplemente fantástico. Sin saber que será de mi en 10 años, me creo que seguiré estando tan feliz como ahora, no tengo la menor duda.


martes, 25 de noviembre de 2008

Nosce Te Ipsum

Melancólico, muy "asqueroso" para con las comidas, serio y a la vez graciosete, tímido, locuaz, atractivo según algunos...

Tengo "tics nerviosos", uso el sarcasmo como escudo, uno lo extremadamente serio con lo extremadamente absurdo sin sentido, me comporto como un niño repelente en algunas ocasiones y otras como el chaval tierno que siempre he sido.

Juego con las palabras, escribo por divertimento, me anima el hecho de solucionar juegos lógicos, me encanta lo práctico por encima de lo estético...

No se combinar los colores, me tacho de exigir entrega a la gente para conmigo, no por recibir lo mismo que yo doy, sino porque no quiero sentirme desilusionado por algo que haya hecho una persona querida...

Soy muy simpático aunque me cueste, y mucho, empezar una relación interpersonal de cierta embergadura, me encariño demasiado con la gente, aunque nunca llego a lo obsesivo...

Cuando no tengo compañía, me encanta escuchar la voz de mis pensamientos en alto (o hablar solo, "como los locos")...

Me preocupo, quizá como herencia materna, en exceso, por los demás y por sus problemas, tanto que incluso los hago propios...

Me considero una persona justa, aunque los sentimientos desequilibran la balanza del juicio lógico...

Gusto de corregir a los demás, no por mi propia vanidad, sino sólo para servir de ayuda...

Me encanta la competición, me hace sentirme más vivo, más despierto, aunque siempre he sido mas de "encuentros amistosos" y el pasar un buen rato, solo por el mero divertimento.

Siempre me jacto de que solo 3 personas me han visto enfadado (quizás las que mas me importan/ban, en toda mi vida), de que no me importa, aunque no sea del todo cierto, lo que los demás opinen de mí.

Me encanta el hombre en el que me he convertido, con sus puntos fuertes y débiles. Sereno, pero despierto, tranquilo pero preparado...

Nunca he intentado auparme si agachar a los demás era condición "sine qua non".

No encontraré un "pero" en todo lo que me ha sucedido en la vida, es mas, nunca cambiaría nada de todo lo acontecido hasta ahora, en lo que atañe directamente a mi persona, incluyendo decepciones, mas de un quebradero de cabeza, desilusiones, caídas en pozos oscuros... porque pienso que todo, y repito todo, es ventajoso y beneficioso...

Y es que no hay mal que por bien o venga, lo que no nos mata nos hace mas fuertes, nos ayuda a aprender, a redefinir nuestros objetivos, a luchar incansablemente por un futuro siempre incierto...

No hay mejor cosa que conocerse a uno mismo, como decían los sabios griegos...

miércoles, 29 de octubre de 2008

El afán como necesidad

No deja de ser algo enigmático que en los momentos en los que no se da la talla, siempre se piense que habrá alguien que este en peor situatión.

No es de extrañar que aunque el afán de superación ha de estar presente en todo momento, en el interior del ser humano siempre habrá un espíritu de conformismo, "una energía que nos impulsa al no-esfuerzo".

Recaer en la inseguridad es un sentimiento humano, excesivamente humano y no por ello es bueno o deseable...

Adoptando un pensamiento positivo, este tema es poco menos que estúpido... La superación personal es una cuestión a la que se debe y se tiene que responder con un "si" sin dudar. Es un mirar hacia delante, un nuevo amanecer lleno de aspiraciones. Es un "sparring" con deseos de llegar a lo mas alto. Es un niño que aprende a andar, sin acordarse de cuantos coscorrones ha tenido que obviar para no quedar envuelto por la manta de la indecisión.

El afán no deja de ser un intento, un conato, un amago, un "levantarse una y otra vez", pero, al fin y al cabo, es lo que importa. El dar la vuelta en un punto de la vida y observar qué se ha conseguido o no es secundario, por que lo verdaderamente significativo es la primera vez que se pensó en intentar conseguirlo.

El propósito es la chispa que hace saltar el fuego, es la causa que provoca un efecto, el primer segundo en una carrera de obstáculos...

viernes, 10 de octubre de 2008

Pensamientos intempestivos

Y por fin es viernes... Al menos, eso podría decir cualquiera que no trabaje los Sábados. Y no es mi caso...

Pero estoy contento...

Hace dos días estaba contento y es una sensación que ha perdurado, que ha logrado persistir en el tiempo, algo incomprensible cuando sales a la calle y te das cuenta que la sociedad, como concepto, vive momentos difíciles.

Más que difíciles, trágicos.

Aún asi estoy contento, que un dia amanezca con un sol radiante,pasear por una gran avenida de la ciudad sólo por diversión, y que al sonreir a una dependienta, en un gigantesco centro comercial, mientras te da el cambio y el recibo, ella te devuelva la sonrisa, es algo que me hace albergar ciertas esperanzas por la raza humana, un atisbo de luz en un tunel oscuro y con solo dos señales en el camino, para adelante o para atrás...

Siempre lo he pensado, ir hacia adelante es más que seguir las leyes de la inercia, es una obligación para cualquiera, algo que inexplicablemente se nos exige, es una fuerza irresistible, incluso después de vivir tormentos indescriptibles.

La vuelta atrás es un punto y aparte, siempre nos negamos a nosotros mismos el hecho de volver a algo que nos ha perjudicado, que nos ha dañado internamente hasta lo imposible, pero a fin de cuentas "el hombre es el único animal que tropieza dos (y yo diría que más de dos) veces en la misma piedra". Es algo incuestionable, una verdad inextinguible. Y es, al mismo tiempo, inexcusable.

No hay forma de no volver atrás sin esbozar una sonrisa, desde lo melancólico, desde el punto de vista de aquel que dice que "siempre cualquier tiempo pasado fue mejor".

Pero hay que anteponerse a lo que, de una manera u otra, desapareció de nuestras vidas en un punto que apenas recordamos, que apenas reconocemos como algo propio, por estar difuso en un lago que se llama "pasado", como una cucharada de azúcar en el mar.

Al fin y al cabo, uno se da cuenta de que, por todo-lo-vivido y lo-por-vivir, hay que estar contento con lo-qué-se-es y con lo-qué-se-tiene y es que no hay nada como sentirse vivo, darse cuenta de que el camino está aún por hacer...

Como aquel día que paseaba por una gran avenida de la ciudad, solo por diversión.

miércoles, 1 de octubre de 2008

C. M. U. Lucio Anneo Séneca

Hace poco leí algo sobre el Colegio Mayor donde estuve viviendo unos 6 años, iban a cerrarlo para hacer una especie de mini-pisos para estudiantes, lo cual me pareció una muy buena idea, preferible a ser derrumbado y que fuera un lugar mas donde sacar a pasear al perro para que haga sus necesidades entre los escombros...

Ayer, por motivo de la recogida del Título (quizá lo último que me ligaba a una ciudad que consideraré siempre especial) tuve la opción de ver algo que nunca hubiera querido ver, pero que, por morbo, quería presenciar.

Miré, a través de ventanas, aquellas salas donde antes solía haber risas y bromas, para descubrir que éstas habían sido transformadas por trastos viejos y polvo...

Desde el camino del aparcamiento "de las monjas" hasta el "Servicio de Gestión de Estudiantes", iba recordando a mi padre las salas y su uso: El Aula de Fotografía, la sala de TV de arriba, una sala de estudio, el "Pichoncho", otro par de salas de estudio, la Biblioteca... Antes llenas de voces y bullicio, ahora llenas tan solo de silencio y olvido...

Hacía, por lo menos, 4 años que no pasaba por el "Colegio" y algo se removió en mi interior... Recuerdos de amigos que no eran tales, momentos inolvidables, memorables, situaciones muy comprometidas y algunas, por supuesto que si, avergonzantes...

En poco tiempo ese "Colegio" que era horroroso por fuera, se convirtió en algo especial, un lugar donde aprendí muchos valores, muchas cosas por las que seguir adelante.

Me enseñaron, aunque sin mi consentimiento, que a veces la gente hace daño con la intención de hacerlo, aunque a día de hoy me parezca todavía muy difícil de entender.

Aprendí a diferenciar los amigos de los que no lo son.

Empecé a crecer, verme solo, pedir ayuda a los demás, a saber resolver mis propios problemas sin los consejos de "papá y mamá"...

Comencé a parecerme a la persona que, a día de hoy, veo en el espejo cada mañana y de la cual me siento muy orgulloso...

A ese "Colegio", que hoy es mas un alma en pena que otra cosa, le debo demasiadas cosas.

Cuando ya de vuelta, en el aparcamiento, le eché un vistazo a los balcones "de la corta", todavía me parecía ver la gente asomada, estudiando, "rajando" del vecino o sencillamente echándose un cigarrito en soledad y mirando como "terminaban" de construir el "Puente de Andalucía", que se demoró mas de 4 años, si mal no recuerdo...

Me acordé de aquellos ratos echados en la pista de futbito, en la parte trasera del "cole"... De ver como "De Putitas en la Calle" caían partido tras partido, por ser de los peores equipos de la liga inter-colegial, aunque no nos importara...

Y millones de cosas que aunque recordándolas, las dejo en el tintero, para saborearlas, rumiarlas en soledad, para regocijarme en mi propia melancolía...

Que pena que no se volverá a ver a los "novatos" hacer "el pato" o escucharles decir "Del Séneca Joé!"... Pero me quedaré con el regusto amargo de que yo si que lo viví y que parte de mi historia está ligada a la misma de ese "Colegio"....

martes, 30 de septiembre de 2008

¿Pensar? Eso es para tontos...

Caminar y pensar es algo, fuera de lo que diga cualquier fémina insolente acerca de que el hombre no puede hacer dos cosas al mismo tiempo, que últimamente he convertido en algo mas que cotidiano.

El trayecto desde el coche hasta la puerta de mi casa, aunque corto, está a veces bañado de pensamientos, de memorias que cayeron en olvido, de olvidos que cayeron en memorias... Es de la duración del destello de una estrella fugaz en el firmamento, algo insignificante, pero a la vez con un sentido único.

Algunas veces esos pensamientos tratan del futuro, otras veces del pasado y otras de situaciones que nunca pasaron/pasarán... imaginarias, si se me permite... Algunas veces tienen hasta sentido, otras son un auténtico "galimatías" de bobadas, entresijos de anécdotas recopiladas a lo largo del día y que requieren, para madurar, algo más que los 30 segundos desde que cierro el coche hasta que llego a la puerta de casa.

Quizá deberán esperar hasta otro momento... otro lugar...

O quizá se pierdan en el olvido, como muchos otros, a la deriva, sin dar mas de si...

lunes, 29 de septiembre de 2008

La despreocupación es un arte...

Que bien que sienta ver la televisión desde el sofá.

He de suponer que nadie antes ha afirmado esa proposición tan alegremente...

Situaciones, líos, enredos, idas, venidas, vueltas y "revueltas" de personajes, casi como en la vida real, si es que, por ejemplo, una discusión de la situación política española actual se puede incluir en la "vida real" sin caer en lo bizarro...

Si señores, esa situación es muy cómoda, nos da opción de opinar, de valorar, de comentar a terceros y de menospreciar situaciones que vemos y oímos, si viene al caso.

La vida "real" no deja de ser eso: Siempre hay alguien envuelto en una situación catastrófica, o al menos sentida así por esa persona, y recurre a gente, con los que, a menudo, apenas tiene contacto, para desahogarse desprenderse de esos sentimientos que le aturden, que le perturban hasta lo "indecible"...

Alguien, de entre la gente a la que se le ha confiado ese desahogo, disfrutará de recibir esa información, contarla a terceros, tener la opción de reirse un rato... Acto seguido al terminar el programa, es hora de apagar la tele y de olvidar aquello que se ha visto a "deshora" en cualquier programa de lo que hoy se llama "telebasura".

La vida de ese "televidente" no deja de estar vacía, de ser una negación en sí misma, de ser un boceto, un garabato. Creo que uno de los propósitos de que haya tantas personas en el mundo, además de desordenarlo hacia una entropía máxima, es el poder ayudar sin esperar nada, de satisfacer a nuestra conciencia para variar, en un mundo que parece estar regido por reglas proclamadas mas por algún demente que por una persona cuerda.

Si es que a una persona que, por ejemplo, discute por la situación política española actual se le puede llamar "cuerdo" sin caer en lo bizarro...