miércoles, 29 de octubre de 2008

El afán como necesidad

No deja de ser algo enigmático que en los momentos en los que no se da la talla, siempre se piense que habrá alguien que este en peor situatión.

No es de extrañar que aunque el afán de superación ha de estar presente en todo momento, en el interior del ser humano siempre habrá un espíritu de conformismo, "una energía que nos impulsa al no-esfuerzo".

Recaer en la inseguridad es un sentimiento humano, excesivamente humano y no por ello es bueno o deseable...

Adoptando un pensamiento positivo, este tema es poco menos que estúpido... La superación personal es una cuestión a la que se debe y se tiene que responder con un "si" sin dudar. Es un mirar hacia delante, un nuevo amanecer lleno de aspiraciones. Es un "sparring" con deseos de llegar a lo mas alto. Es un niño que aprende a andar, sin acordarse de cuantos coscorrones ha tenido que obviar para no quedar envuelto por la manta de la indecisión.

El afán no deja de ser un intento, un conato, un amago, un "levantarse una y otra vez", pero, al fin y al cabo, es lo que importa. El dar la vuelta en un punto de la vida y observar qué se ha conseguido o no es secundario, por que lo verdaderamente significativo es la primera vez que se pensó en intentar conseguirlo.

El propósito es la chispa que hace saltar el fuego, es la causa que provoca un efecto, el primer segundo en una carrera de obstáculos...

viernes, 10 de octubre de 2008

Pensamientos intempestivos

Y por fin es viernes... Al menos, eso podría decir cualquiera que no trabaje los Sábados. Y no es mi caso...

Pero estoy contento...

Hace dos días estaba contento y es una sensación que ha perdurado, que ha logrado persistir en el tiempo, algo incomprensible cuando sales a la calle y te das cuenta que la sociedad, como concepto, vive momentos difíciles.

Más que difíciles, trágicos.

Aún asi estoy contento, que un dia amanezca con un sol radiante,pasear por una gran avenida de la ciudad sólo por diversión, y que al sonreir a una dependienta, en un gigantesco centro comercial, mientras te da el cambio y el recibo, ella te devuelva la sonrisa, es algo que me hace albergar ciertas esperanzas por la raza humana, un atisbo de luz en un tunel oscuro y con solo dos señales en el camino, para adelante o para atrás...

Siempre lo he pensado, ir hacia adelante es más que seguir las leyes de la inercia, es una obligación para cualquiera, algo que inexplicablemente se nos exige, es una fuerza irresistible, incluso después de vivir tormentos indescriptibles.

La vuelta atrás es un punto y aparte, siempre nos negamos a nosotros mismos el hecho de volver a algo que nos ha perjudicado, que nos ha dañado internamente hasta lo imposible, pero a fin de cuentas "el hombre es el único animal que tropieza dos (y yo diría que más de dos) veces en la misma piedra". Es algo incuestionable, una verdad inextinguible. Y es, al mismo tiempo, inexcusable.

No hay forma de no volver atrás sin esbozar una sonrisa, desde lo melancólico, desde el punto de vista de aquel que dice que "siempre cualquier tiempo pasado fue mejor".

Pero hay que anteponerse a lo que, de una manera u otra, desapareció de nuestras vidas en un punto que apenas recordamos, que apenas reconocemos como algo propio, por estar difuso en un lago que se llama "pasado", como una cucharada de azúcar en el mar.

Al fin y al cabo, uno se da cuenta de que, por todo-lo-vivido y lo-por-vivir, hay que estar contento con lo-qué-se-es y con lo-qué-se-tiene y es que no hay nada como sentirse vivo, darse cuenta de que el camino está aún por hacer...

Como aquel día que paseaba por una gran avenida de la ciudad, solo por diversión.

miércoles, 1 de octubre de 2008

C. M. U. Lucio Anneo Séneca

Hace poco leí algo sobre el Colegio Mayor donde estuve viviendo unos 6 años, iban a cerrarlo para hacer una especie de mini-pisos para estudiantes, lo cual me pareció una muy buena idea, preferible a ser derrumbado y que fuera un lugar mas donde sacar a pasear al perro para que haga sus necesidades entre los escombros...

Ayer, por motivo de la recogida del Título (quizá lo último que me ligaba a una ciudad que consideraré siempre especial) tuve la opción de ver algo que nunca hubiera querido ver, pero que, por morbo, quería presenciar.

Miré, a través de ventanas, aquellas salas donde antes solía haber risas y bromas, para descubrir que éstas habían sido transformadas por trastos viejos y polvo...

Desde el camino del aparcamiento "de las monjas" hasta el "Servicio de Gestión de Estudiantes", iba recordando a mi padre las salas y su uso: El Aula de Fotografía, la sala de TV de arriba, una sala de estudio, el "Pichoncho", otro par de salas de estudio, la Biblioteca... Antes llenas de voces y bullicio, ahora llenas tan solo de silencio y olvido...

Hacía, por lo menos, 4 años que no pasaba por el "Colegio" y algo se removió en mi interior... Recuerdos de amigos que no eran tales, momentos inolvidables, memorables, situaciones muy comprometidas y algunas, por supuesto que si, avergonzantes...

En poco tiempo ese "Colegio" que era horroroso por fuera, se convirtió en algo especial, un lugar donde aprendí muchos valores, muchas cosas por las que seguir adelante.

Me enseñaron, aunque sin mi consentimiento, que a veces la gente hace daño con la intención de hacerlo, aunque a día de hoy me parezca todavía muy difícil de entender.

Aprendí a diferenciar los amigos de los que no lo son.

Empecé a crecer, verme solo, pedir ayuda a los demás, a saber resolver mis propios problemas sin los consejos de "papá y mamá"...

Comencé a parecerme a la persona que, a día de hoy, veo en el espejo cada mañana y de la cual me siento muy orgulloso...

A ese "Colegio", que hoy es mas un alma en pena que otra cosa, le debo demasiadas cosas.

Cuando ya de vuelta, en el aparcamiento, le eché un vistazo a los balcones "de la corta", todavía me parecía ver la gente asomada, estudiando, "rajando" del vecino o sencillamente echándose un cigarrito en soledad y mirando como "terminaban" de construir el "Puente de Andalucía", que se demoró mas de 4 años, si mal no recuerdo...

Me acordé de aquellos ratos echados en la pista de futbito, en la parte trasera del "cole"... De ver como "De Putitas en la Calle" caían partido tras partido, por ser de los peores equipos de la liga inter-colegial, aunque no nos importara...

Y millones de cosas que aunque recordándolas, las dejo en el tintero, para saborearlas, rumiarlas en soledad, para regocijarme en mi propia melancolía...

Que pena que no se volverá a ver a los "novatos" hacer "el pato" o escucharles decir "Del Séneca Joé!"... Pero me quedaré con el regusto amargo de que yo si que lo viví y que parte de mi historia está ligada a la misma de ese "Colegio"....