martes, 25 de noviembre de 2008

Nosce Te Ipsum

Melancólico, muy "asqueroso" para con las comidas, serio y a la vez graciosete, tímido, locuaz, atractivo según algunos...

Tengo "tics nerviosos", uso el sarcasmo como escudo, uno lo extremadamente serio con lo extremadamente absurdo sin sentido, me comporto como un niño repelente en algunas ocasiones y otras como el chaval tierno que siempre he sido.

Juego con las palabras, escribo por divertimento, me anima el hecho de solucionar juegos lógicos, me encanta lo práctico por encima de lo estético...

No se combinar los colores, me tacho de exigir entrega a la gente para conmigo, no por recibir lo mismo que yo doy, sino porque no quiero sentirme desilusionado por algo que haya hecho una persona querida...

Soy muy simpático aunque me cueste, y mucho, empezar una relación interpersonal de cierta embergadura, me encariño demasiado con la gente, aunque nunca llego a lo obsesivo...

Cuando no tengo compañía, me encanta escuchar la voz de mis pensamientos en alto (o hablar solo, "como los locos")...

Me preocupo, quizá como herencia materna, en exceso, por los demás y por sus problemas, tanto que incluso los hago propios...

Me considero una persona justa, aunque los sentimientos desequilibran la balanza del juicio lógico...

Gusto de corregir a los demás, no por mi propia vanidad, sino sólo para servir de ayuda...

Me encanta la competición, me hace sentirme más vivo, más despierto, aunque siempre he sido mas de "encuentros amistosos" y el pasar un buen rato, solo por el mero divertimento.

Siempre me jacto de que solo 3 personas me han visto enfadado (quizás las que mas me importan/ban, en toda mi vida), de que no me importa, aunque no sea del todo cierto, lo que los demás opinen de mí.

Me encanta el hombre en el que me he convertido, con sus puntos fuertes y débiles. Sereno, pero despierto, tranquilo pero preparado...

Nunca he intentado auparme si agachar a los demás era condición "sine qua non".

No encontraré un "pero" en todo lo que me ha sucedido en la vida, es mas, nunca cambiaría nada de todo lo acontecido hasta ahora, en lo que atañe directamente a mi persona, incluyendo decepciones, mas de un quebradero de cabeza, desilusiones, caídas en pozos oscuros... porque pienso que todo, y repito todo, es ventajoso y beneficioso...

Y es que no hay mal que por bien o venga, lo que no nos mata nos hace mas fuertes, nos ayuda a aprender, a redefinir nuestros objetivos, a luchar incansablemente por un futuro siempre incierto...

No hay mejor cosa que conocerse a uno mismo, como decían los sabios griegos...

miércoles, 29 de octubre de 2008

El afán como necesidad

No deja de ser algo enigmático que en los momentos en los que no se da la talla, siempre se piense que habrá alguien que este en peor situatión.

No es de extrañar que aunque el afán de superación ha de estar presente en todo momento, en el interior del ser humano siempre habrá un espíritu de conformismo, "una energía que nos impulsa al no-esfuerzo".

Recaer en la inseguridad es un sentimiento humano, excesivamente humano y no por ello es bueno o deseable...

Adoptando un pensamiento positivo, este tema es poco menos que estúpido... La superación personal es una cuestión a la que se debe y se tiene que responder con un "si" sin dudar. Es un mirar hacia delante, un nuevo amanecer lleno de aspiraciones. Es un "sparring" con deseos de llegar a lo mas alto. Es un niño que aprende a andar, sin acordarse de cuantos coscorrones ha tenido que obviar para no quedar envuelto por la manta de la indecisión.

El afán no deja de ser un intento, un conato, un amago, un "levantarse una y otra vez", pero, al fin y al cabo, es lo que importa. El dar la vuelta en un punto de la vida y observar qué se ha conseguido o no es secundario, por que lo verdaderamente significativo es la primera vez que se pensó en intentar conseguirlo.

El propósito es la chispa que hace saltar el fuego, es la causa que provoca un efecto, el primer segundo en una carrera de obstáculos...

viernes, 10 de octubre de 2008

Pensamientos intempestivos

Y por fin es viernes... Al menos, eso podría decir cualquiera que no trabaje los Sábados. Y no es mi caso...

Pero estoy contento...

Hace dos días estaba contento y es una sensación que ha perdurado, que ha logrado persistir en el tiempo, algo incomprensible cuando sales a la calle y te das cuenta que la sociedad, como concepto, vive momentos difíciles.

Más que difíciles, trágicos.

Aún asi estoy contento, que un dia amanezca con un sol radiante,pasear por una gran avenida de la ciudad sólo por diversión, y que al sonreir a una dependienta, en un gigantesco centro comercial, mientras te da el cambio y el recibo, ella te devuelva la sonrisa, es algo que me hace albergar ciertas esperanzas por la raza humana, un atisbo de luz en un tunel oscuro y con solo dos señales en el camino, para adelante o para atrás...

Siempre lo he pensado, ir hacia adelante es más que seguir las leyes de la inercia, es una obligación para cualquiera, algo que inexplicablemente se nos exige, es una fuerza irresistible, incluso después de vivir tormentos indescriptibles.

La vuelta atrás es un punto y aparte, siempre nos negamos a nosotros mismos el hecho de volver a algo que nos ha perjudicado, que nos ha dañado internamente hasta lo imposible, pero a fin de cuentas "el hombre es el único animal que tropieza dos (y yo diría que más de dos) veces en la misma piedra". Es algo incuestionable, una verdad inextinguible. Y es, al mismo tiempo, inexcusable.

No hay forma de no volver atrás sin esbozar una sonrisa, desde lo melancólico, desde el punto de vista de aquel que dice que "siempre cualquier tiempo pasado fue mejor".

Pero hay que anteponerse a lo que, de una manera u otra, desapareció de nuestras vidas en un punto que apenas recordamos, que apenas reconocemos como algo propio, por estar difuso en un lago que se llama "pasado", como una cucharada de azúcar en el mar.

Al fin y al cabo, uno se da cuenta de que, por todo-lo-vivido y lo-por-vivir, hay que estar contento con lo-qué-se-es y con lo-qué-se-tiene y es que no hay nada como sentirse vivo, darse cuenta de que el camino está aún por hacer...

Como aquel día que paseaba por una gran avenida de la ciudad, solo por diversión.

miércoles, 1 de octubre de 2008

C. M. U. Lucio Anneo Séneca

Hace poco leí algo sobre el Colegio Mayor donde estuve viviendo unos 6 años, iban a cerrarlo para hacer una especie de mini-pisos para estudiantes, lo cual me pareció una muy buena idea, preferible a ser derrumbado y que fuera un lugar mas donde sacar a pasear al perro para que haga sus necesidades entre los escombros...

Ayer, por motivo de la recogida del Título (quizá lo último que me ligaba a una ciudad que consideraré siempre especial) tuve la opción de ver algo que nunca hubiera querido ver, pero que, por morbo, quería presenciar.

Miré, a través de ventanas, aquellas salas donde antes solía haber risas y bromas, para descubrir que éstas habían sido transformadas por trastos viejos y polvo...

Desde el camino del aparcamiento "de las monjas" hasta el "Servicio de Gestión de Estudiantes", iba recordando a mi padre las salas y su uso: El Aula de Fotografía, la sala de TV de arriba, una sala de estudio, el "Pichoncho", otro par de salas de estudio, la Biblioteca... Antes llenas de voces y bullicio, ahora llenas tan solo de silencio y olvido...

Hacía, por lo menos, 4 años que no pasaba por el "Colegio" y algo se removió en mi interior... Recuerdos de amigos que no eran tales, momentos inolvidables, memorables, situaciones muy comprometidas y algunas, por supuesto que si, avergonzantes...

En poco tiempo ese "Colegio" que era horroroso por fuera, se convirtió en algo especial, un lugar donde aprendí muchos valores, muchas cosas por las que seguir adelante.

Me enseñaron, aunque sin mi consentimiento, que a veces la gente hace daño con la intención de hacerlo, aunque a día de hoy me parezca todavía muy difícil de entender.

Aprendí a diferenciar los amigos de los que no lo son.

Empecé a crecer, verme solo, pedir ayuda a los demás, a saber resolver mis propios problemas sin los consejos de "papá y mamá"...

Comencé a parecerme a la persona que, a día de hoy, veo en el espejo cada mañana y de la cual me siento muy orgulloso...

A ese "Colegio", que hoy es mas un alma en pena que otra cosa, le debo demasiadas cosas.

Cuando ya de vuelta, en el aparcamiento, le eché un vistazo a los balcones "de la corta", todavía me parecía ver la gente asomada, estudiando, "rajando" del vecino o sencillamente echándose un cigarrito en soledad y mirando como "terminaban" de construir el "Puente de Andalucía", que se demoró mas de 4 años, si mal no recuerdo...

Me acordé de aquellos ratos echados en la pista de futbito, en la parte trasera del "cole"... De ver como "De Putitas en la Calle" caían partido tras partido, por ser de los peores equipos de la liga inter-colegial, aunque no nos importara...

Y millones de cosas que aunque recordándolas, las dejo en el tintero, para saborearlas, rumiarlas en soledad, para regocijarme en mi propia melancolía...

Que pena que no se volverá a ver a los "novatos" hacer "el pato" o escucharles decir "Del Séneca Joé!"... Pero me quedaré con el regusto amargo de que yo si que lo viví y que parte de mi historia está ligada a la misma de ese "Colegio"....

martes, 30 de septiembre de 2008

¿Pensar? Eso es para tontos...

Caminar y pensar es algo, fuera de lo que diga cualquier fémina insolente acerca de que el hombre no puede hacer dos cosas al mismo tiempo, que últimamente he convertido en algo mas que cotidiano.

El trayecto desde el coche hasta la puerta de mi casa, aunque corto, está a veces bañado de pensamientos, de memorias que cayeron en olvido, de olvidos que cayeron en memorias... Es de la duración del destello de una estrella fugaz en el firmamento, algo insignificante, pero a la vez con un sentido único.

Algunas veces esos pensamientos tratan del futuro, otras veces del pasado y otras de situaciones que nunca pasaron/pasarán... imaginarias, si se me permite... Algunas veces tienen hasta sentido, otras son un auténtico "galimatías" de bobadas, entresijos de anécdotas recopiladas a lo largo del día y que requieren, para madurar, algo más que los 30 segundos desde que cierro el coche hasta que llego a la puerta de casa.

Quizá deberán esperar hasta otro momento... otro lugar...

O quizá se pierdan en el olvido, como muchos otros, a la deriva, sin dar mas de si...

lunes, 29 de septiembre de 2008

La despreocupación es un arte...

Que bien que sienta ver la televisión desde el sofá.

He de suponer que nadie antes ha afirmado esa proposición tan alegremente...

Situaciones, líos, enredos, idas, venidas, vueltas y "revueltas" de personajes, casi como en la vida real, si es que, por ejemplo, una discusión de la situación política española actual se puede incluir en la "vida real" sin caer en lo bizarro...

Si señores, esa situación es muy cómoda, nos da opción de opinar, de valorar, de comentar a terceros y de menospreciar situaciones que vemos y oímos, si viene al caso.

La vida "real" no deja de ser eso: Siempre hay alguien envuelto en una situación catastrófica, o al menos sentida así por esa persona, y recurre a gente, con los que, a menudo, apenas tiene contacto, para desahogarse desprenderse de esos sentimientos que le aturden, que le perturban hasta lo "indecible"...

Alguien, de entre la gente a la que se le ha confiado ese desahogo, disfrutará de recibir esa información, contarla a terceros, tener la opción de reirse un rato... Acto seguido al terminar el programa, es hora de apagar la tele y de olvidar aquello que se ha visto a "deshora" en cualquier programa de lo que hoy se llama "telebasura".

La vida de ese "televidente" no deja de estar vacía, de ser una negación en sí misma, de ser un boceto, un garabato. Creo que uno de los propósitos de que haya tantas personas en el mundo, además de desordenarlo hacia una entropía máxima, es el poder ayudar sin esperar nada, de satisfacer a nuestra conciencia para variar, en un mundo que parece estar regido por reglas proclamadas mas por algún demente que por una persona cuerda.

Si es que a una persona que, por ejemplo, discute por la situación política española actual se le puede llamar "cuerdo" sin caer en lo bizarro...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Participación en el concurso 20BLOG!!

Premios 20Blogs

A partir de hoy 1in21 intentará "meter los hocicos" en alguno de los premios a los que se presenta...
He solicitado la inscripción y no creo que exista ningún problema con ello... Ya se irá informando!!

viernes, 19 de septiembre de 2008

Dichos y refranes y vueltas de tuerca I

"El que ríe el primero y el último, ríe mejor"

"Esta situación no se la deseo ni a mi mejor enemigo"

Miedo del miedo

"El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza".

"El miedo es la reacción emotiva frente a un peligro, tanto real como imaginario, reconocido como tal en estado de conciencia".

Hay diversas formas de/para definir lo que es el miedo, pero me atrevería a decir que este es una de las emociones, como otras muchas otras, que son necesarias en la vida...

Numerosas son las ocasiones en las que el individuo se deja acomplejar y maltratar por el susto, como si de un "abusón de colegio" fuera, aquel que lo conseguía todo por la fuerza, igual que los temores. Solo basta con uno de sus golpes de autoridad para dejarlo todo en sus manos, dejarse llevar por una situación molesta y no saber hacerle frente. Mas bien, casi por costumbre, tratamos de escondernos, para no tener que cruzarnos con él.

El miedo no es ni mas ni menos que una afirmación convertida en negación escoltada por la interrogación.

Sé de buena tinta que ese desasosiego nos mantienen despiertos, hace que estemos vigilantes, pendientes de el, esperando que no nos ataque cuando nos encontramos con la guardia baja.

Cuanto mejor sabe superarlos. La vida no es vida porque exista el miedo, pero si que es un aliciente, un reto, a la hora de querer seguir para adelante.

En una palabra: vencerlo.
En mas de una: ser capaz de mirar el problema a los ojos y responderle con un "no" rotundo a cualquiera de su insinuaciones para debilitarnos.

Siempre he pensado que o el individuo termina con el miedo o el miedo termina con el individuo... y aquí si que no hay medias tintas. Puestos a elegir, que menos que decantarse por la propia existencia.

Visto lo visto, por supuesto que el temor es necesario en la vida, no por lo que representa, sino por la "auto-afirmación" que experimenta el sujeto al afrontarlo y superarlo.

He dicho.

Voluntad, sueños y burros...

El otro día tuve un sueño... Era como si hubiera encontrado el sentido de mi vida, el porque del todo y de la nada que puedo presenciar alrededor... Yo mismo me induje a despertar de ese sueño, era incomodo... El por que? Siempre he pensado que lo que de verdad mueve a las personas día a día es el encontrar ese sentido, el encontrarte perdido en medio del gentío y buscar la salida hacia un paradero placentero...

Si a una persona le pudieras entregar la felicidad, como si fuera un presente, nunca podría ser feliz... No tardaría mucho en que esa felicidad inducida lo corroyera, lo consumiera por dentro, porque en ese caso no tendría nada que buscar, nada que anhelar, nada por lo que luchar...

Es una situación que se me asemeja al burro que persigue una zanahoria atada a un palo, nunca llegara, pero la misma ansia de saborearla bien vale el esfuerzo.

La persona no es persona en tanto ya no busca nada, en cuanto lo tiene todo al alcance, porque ya no hay batalla, ya no hay un esfuerzo-por-lo-que-conseguir-algo. En realidad no es un pensamiento triste, es incluso al contrario.En el proceso, el mero hecho de levantarse por las mañanas para alcanzar una situación deseada, es el comienzo, el punto de partida, la salida y es además la meta, la llegada, el propósito de todo y cuanto hace el ser humano, la motivación surge del sueño, de la esperanza, del final-deseado-de-la-película.

El otro día tuve un sueño... y eso es algo que nadie ni nada podrá quitarme jamas.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Prodriamos decir que si...

Es una mañana normal de un día normal del mes de Septiembre. Nada diferente de las otras mañanas normales de los días normales del mes de Septiembre. Sin embargo hoy me veo reflejado en el espejo y me quedo como el que mira a un desconocido, como el que se queda observando a alguien, examinándolo detenidamente...

De súbito, una pregunta despierta mi interés:
¿Y crees que veras has cambiado tanto desde que eres "adulto" hasta ahora? Resuena con "eco" en mi cabeza.

Si pudiéramos eliminar un poco de barba, suavizar las facciones que han ido cambiando con el paso del tiempo, poner un poquito de pelo por aquí y por allá y quitar las canas que me acompañan, como fiel reflejo de las experiencias "olvidables" o inolvidables, según se mire, que me ha tocado superar, podríamos decir que si, que efectivamente se trata de la misma persona.

No hay duda, aunque el tiempo haya pasado, no siendo demasiado duro conmigo, me sigo conmoviendo cada vez que me acuerdo de las personas que ya no están ahí, de las que nunca mas estarán, de las que no volverán.

Sigo diciendo la misma clase de estupideces, "fueras de contexto", "fueras de lugar", el mismo tipo de "sin sentidos".

Todavía hoy río cuando estoy contento y lloro cuando estoy muy triste.
Me sigo alegrando cuando familiares y amigos dan un paso mas en sus vidas, cuando superan algún escollo, cuando son capaces de afrontar las adversidades, o cuando sencillamente están alegres.

Aun continuo pensando que toda persona tiene un buen fondo, por muchas malas acciones que haga.

Sigo pensando que la vida no es un camino de rosas, pero tampoco lo es de espinas, mas bien podría decir que es un camino de aquellas con estas, con las que hay que ser cuidadoso.

Todavía sigo creyendo que, aunque te caigas, has de levantarte por ti mismo, pero que la ayuda de los mas cercanos es mas un regalo que una exigencia.

Confiar en que el destino siempre es sabio, desear que los anhelos sean mas que eso y estar seguro de que la realidad no deja de presentarnos controversias en todo momento, porque es una idiosincrasia por si misma, son algunas de las cosas que hacen que me levante a diario, el comprobar que sorpresas me tiene reservado el "fatum" cada día.

Podríamos decir que si, que efectivamente se trata de la misma persona.

Una persona corriente, de "a pie", que nunca evita un problema, que no esquiva un disgusto aunque haya que removerlo en infinitas ocasiones hasta quedar claro,una persona que, como otras tantas, buscan la felicidad, pero que lo hace en lo mas cotidiano de lo rutinario.
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Pero espera!! Las 7 y media... Todo ese "pensar-mientras-me-lavo-la-cara" queda relegado a un segundo plano, Llego tarde al trabajo, me he entretenido demasiado. Es hora de coger el coche e ir al "curro", poner la música alta y disfrutar del camino, con stress y malos conductores, hasta la llegada a mi puesto de trabajo.