viernes, 19 de septiembre de 2008

Voluntad, sueños y burros...

El otro día tuve un sueño... Era como si hubiera encontrado el sentido de mi vida, el porque del todo y de la nada que puedo presenciar alrededor... Yo mismo me induje a despertar de ese sueño, era incomodo... El por que? Siempre he pensado que lo que de verdad mueve a las personas día a día es el encontrar ese sentido, el encontrarte perdido en medio del gentío y buscar la salida hacia un paradero placentero...

Si a una persona le pudieras entregar la felicidad, como si fuera un presente, nunca podría ser feliz... No tardaría mucho en que esa felicidad inducida lo corroyera, lo consumiera por dentro, porque en ese caso no tendría nada que buscar, nada que anhelar, nada por lo que luchar...

Es una situación que se me asemeja al burro que persigue una zanahoria atada a un palo, nunca llegara, pero la misma ansia de saborearla bien vale el esfuerzo.

La persona no es persona en tanto ya no busca nada, en cuanto lo tiene todo al alcance, porque ya no hay batalla, ya no hay un esfuerzo-por-lo-que-conseguir-algo. En realidad no es un pensamiento triste, es incluso al contrario.En el proceso, el mero hecho de levantarse por las mañanas para alcanzar una situación deseada, es el comienzo, el punto de partida, la salida y es además la meta, la llegada, el propósito de todo y cuanto hace el ser humano, la motivación surge del sueño, de la esperanza, del final-deseado-de-la-película.

El otro día tuve un sueño... y eso es algo que nadie ni nada podrá quitarme jamas.

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