jueves, 18 de septiembre de 2008

Prodriamos decir que si...

Es una mañana normal de un día normal del mes de Septiembre. Nada diferente de las otras mañanas normales de los días normales del mes de Septiembre. Sin embargo hoy me veo reflejado en el espejo y me quedo como el que mira a un desconocido, como el que se queda observando a alguien, examinándolo detenidamente...

De súbito, una pregunta despierta mi interés:
¿Y crees que veras has cambiado tanto desde que eres "adulto" hasta ahora? Resuena con "eco" en mi cabeza.

Si pudiéramos eliminar un poco de barba, suavizar las facciones que han ido cambiando con el paso del tiempo, poner un poquito de pelo por aquí y por allá y quitar las canas que me acompañan, como fiel reflejo de las experiencias "olvidables" o inolvidables, según se mire, que me ha tocado superar, podríamos decir que si, que efectivamente se trata de la misma persona.

No hay duda, aunque el tiempo haya pasado, no siendo demasiado duro conmigo, me sigo conmoviendo cada vez que me acuerdo de las personas que ya no están ahí, de las que nunca mas estarán, de las que no volverán.

Sigo diciendo la misma clase de estupideces, "fueras de contexto", "fueras de lugar", el mismo tipo de "sin sentidos".

Todavía hoy río cuando estoy contento y lloro cuando estoy muy triste.
Me sigo alegrando cuando familiares y amigos dan un paso mas en sus vidas, cuando superan algún escollo, cuando son capaces de afrontar las adversidades, o cuando sencillamente están alegres.

Aun continuo pensando que toda persona tiene un buen fondo, por muchas malas acciones que haga.

Sigo pensando que la vida no es un camino de rosas, pero tampoco lo es de espinas, mas bien podría decir que es un camino de aquellas con estas, con las que hay que ser cuidadoso.

Todavía sigo creyendo que, aunque te caigas, has de levantarte por ti mismo, pero que la ayuda de los mas cercanos es mas un regalo que una exigencia.

Confiar en que el destino siempre es sabio, desear que los anhelos sean mas que eso y estar seguro de que la realidad no deja de presentarnos controversias en todo momento, porque es una idiosincrasia por si misma, son algunas de las cosas que hacen que me levante a diario, el comprobar que sorpresas me tiene reservado el "fatum" cada día.

Podríamos decir que si, que efectivamente se trata de la misma persona.

Una persona corriente, de "a pie", que nunca evita un problema, que no esquiva un disgusto aunque haya que removerlo en infinitas ocasiones hasta quedar claro,una persona que, como otras tantas, buscan la felicidad, pero que lo hace en lo mas cotidiano de lo rutinario.
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Pero espera!! Las 7 y media... Todo ese "pensar-mientras-me-lavo-la-cara" queda relegado a un segundo plano, Llego tarde al trabajo, me he entretenido demasiado. Es hora de coger el coche e ir al "curro", poner la música alta y disfrutar del camino, con stress y malos conductores, hasta la llegada a mi puesto de trabajo.

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